Un viaje transformador: de la separación a la interdependencia

Este blog llevaba tiempo en silencio. Quietud para la gestación de lo nuevo que pedía a gritos emerger y le costaba nacer. Y mientras, yo recorría el “valle de la muerte” con toda una carga de nuevas herramientas intentando desprenderse de viejas historias. Hasta que me sentí como un astronauta con el hilo cortado a su nave, como en “Gravity” (¿o es que estaba recomponiendo un hilo mucho mayor a la verdadera nave?).

Hace un mes, salió el dolor. Y estos días he podido crear un marco a todo esto, leyendo “The More Beautiful World Our Hearts Know Is Possible” de Charles Einsestein. Así que voy a compartirlo, primero aquí, y luego -realmente Elena ya está en ello- ayudando a darle forma en NEE.

Antes, algo sobre NEE el proyecto nacido junto a Elena Acin. Hemos trabajado intensamente durante un año trayendo las semillas de lo nuevo. Trabajando en procesos transformadores a nivel persona, organización y sistema inspirados en el “Proceso U” del MIT-Presencing Institute, y otras metodologías complementarias, como el Art of Hosting, la Comunicación No Violenta, la Indagación Apreciativa, las Constelaciones Estructurales o Dragon Dreaming... También hemos impulsado la construcción de nuevas narrativas, apoyados en el taller de historias empoderadoras de Jonah Sachs y Smart CSOs, y la construcción de organizaciones abiertas para el nuevo entorno CO-, creando el canvas CO- , procesos para empoderar y cultivar comunidades, y apoyándonos en nuestras competencias en RSC y el social media. Finalmente, hemos profundizado en la idea de ecosistema, encontrando formas para cultivar entornos protectores, ya fuera en formas de espacios (Hubs), redes de emprendedores locales que cultiven la resiliencia local e incluso monedas locales que nos apartan de paradigmas de escasez y arquetipos desbalanceados. Ejemplos de su puesta en práctica junto a personas y organizaciones que comparten esta visión transformadora están en www.neelabs.net y nuestra página en slideshare.

Desde NEE hablamos de la sociedad co-creadora como el paradigma emergente, y de la nueva consciencia de interdependencia como el camino para abordar las grandes fracturas personales, organizativas y sistémicas (salud, medio ambiente, educación…) que sufrimos. Para conectar con esta nueva historia, contábamos con todo el set de herramientas expuesto antes. Pero esto no materializaba en mi propio fluir personal. Trabajaba esto desde la meditación, el retiro y conexión con mis seres queridos, para poco a poco construir presencia transformadora, en mi vida y en los grupos a los que facilito…Así que a nivel personal, el viaje entre historias (la de la experiencia vital separada que queremos sanar y la de la vivencia interconectada que intuimos desde experiencias fugaces) continuaba.

Einsestein lo dice claro: hay cosas imposibles para el “yo separado” (en este caso conectar de forma racional y planificada la transición desde la historia de lo viejo a lo nuevo), y algo mágico tiene que suceder -a cada uno de nosotros- para iniciarnos en nuestro camino en la nueva historia, para “convertirnos en seres capaces de cosas que no sabemos cómo hacer que sucedan”. Así que este puente llega como regalo: una energía que se libera, una pérdida, una situación plena…

Y esto que es cierto a nivel personal –porque es lo he experimentado estos meses- lo es también a nivel social y organizativo: el reto de nuestro tiempo es salir de la vieja historia de la realidad separada y entrar en la historia de la realidad interdependiente. Pero es más: como la realidad es interdependiente, compleja y sistémica, lo que queremos que suceda en el plano social debe suceder en el plano individual (pensemos en la resonancia mórfica de Rupert Sheldrake o el Universo Informado de Bohm o Laszlo).

Aparte de esta experiencia, la reflexión que quiero compartir y desarrollar es la siguiente: si las leyes de acceso a esta nueva historia emergente no se rigen por la causalidad lineal (sino que se accede inesperadamente, en forma de regalo) debemos aprender una nueva forma de operar extraña a nuestro viejo paradigma mecanicista. Porque al regalo sólo se accede desde la llave de la generosidad, es decir, que esta nueva historia se fundamenta en algo a priori, “impráctico” dar y no recibir con completa seguridad. Por supuesto, si nuestra actitud es auténtica, el sistema se balancea, entramos en la dinámica co-creadora y sentimos su abundancia (desde este sentimiento es que en NEE ofrecemos todas nuestras metodologías en abierto).

Esto, que a nivel individual y social lo hemos practicado siempre, resulta muy desconcertante al actual momento de las organizaciones. Las empresas (y también ONG) más cercanas a la nueva realidad que emerge saben que adaptarse a la nueva cultura CO- (que no es sino la consciencia materializada de la interdependencia) es un paso necesario para su supervivencia: abrirse, integrar a sus stakeholders en una misión compartida…pero no comprenden que el proceso no seguirá una causalidad lineal. La cultura del regalo, el lazo que une a las comunidades, no es directo, lineal, sino que se cultiva. Y desde ahí, la generosidad te recompensa. Trabaja honestamente, o sencillamente, no sucede. NOTA: Algo parecido –los mediadores emergentes- ya se ha experimentado durante años como la clave del éxito con los equipos de innovación, así que no resulta tan extravagante. Recomiendo leer “Facilitación de equipos de Innovación” de Sabino Ayestarán.

Recapitulando, el reto a nivel individual, organizativo y social es pasar de la vieja narrativa de separación a la nueva narrativa interdependiente, y aunque en este viaje podemos vislumbrar ciertas etapas, no hay garantía de alcanzar el otro lado. Es más, seguramente la expectativa de logro sea el peor acompañante, ya que es el camino el que nos deparará inesperadamente el regalo cuando estemos profundamente abiertos a lo nuevo y al otro. Dicho esto, si parece importante promover ciertos “entornos cuidados” que faciliten a personas, organizaciones y comunidades el proceso transformador, ya que nos va mucho en ello. Aquí van las propuestas que ya estamos trabajando en NEE:

• Hay un momento inicial en el que la persona, la organización o el sistema debe experimentar profundamente la nueva historia, replantearse la validez de la antigua y sentir cierta llamada a la transformación. Para ello estamos diseñando viajes de expedición-inmersión a estas nuevas realidades. “Expedición” porque estas nuevas realidades surgen en los límites del modelo actual. Ahí encontramos el consumo colaborativo, la producción distribuida y el movimiento maker, las comunidades de práctica globales, la agricultura y ganaderías regenerativas, los movimientos de transición, las redes de economía local, a los artistas de lo nuevo y contadores de historias...quizás hasta nos reencontremos con nuestra familia y seres queridos. Y es además inmersión, porque implica una involucración plena, en la que, cuidando enormemente a las personas, fomentamos la escucha empática, el diálogo generativo, la conexión auténtica desde el corazón.

• Hay un momento de retiro e instrospección. Debemos aprender a ser conscientes de lo que nos está sucediendo. Qué sentimientos aflorar y qué necesidades profundas están pidiendo ser escuchadas. Es el momento de sanar las heridas, y desde ahí abordar con fortaleza la integración de nuestras sombras. Abrirse a la belleza de la nueva realidad y de apreciar y honrar el camino que a cada uno nos ha traído hasta aquí. Y de conectar con grandes verdades: la tierra, el cuerpo, las emociones...y hasta la voz y el canto, los ojos del otro y nuestros guías o el arte… e integrar, integrar, integrar. Nadie puede quedar fuera. La compasión, la interconexión, la generosidad, serán la llave final. Recorrer esta etapa es imprescindible para abordar un nuevo liderazgo transformador, ya sea para una organización, para convertirse en emprendedor de la nueva sociedad 4.0 conectando pasión con impacto, o para revitalizar una comunidad o sector. Sólo cuando se ha producido esta catarsis, este viaje entre historias que mueren y las que nacen fuera y en nosotros, estaremos preparados para “recibir” en nosotros la visión del futuro que emerge. Y sólo entonces tendrá sentido actuar, ya que lo haremos desde la nueva historia, la de la interdependencia, co-creando las nuevas metáforas, la nuevas narrativas, los nuevos mitos: sólo entonces tendremos éxito. Así que un segundo diseño en marcha es una red de espacios y coaches experimentados en los que esta transformación personal puede nutrirse, apoyarse desde el cuidado y ofrecerle el tiempo que requiera.

• Y hay un tercer elemento clave. Como todo lo que nace, al principio seremos frágiles, y sólo seremos capaces de manteneros en este nuevo mundo con el cuidado de los ya establecidos en él. Necesitamos ayuda de las personas que ya lo habitan y han creado maestría en sus modos. Buscaremos el adiestramiento es un trabajo colaborativo. Es aquí donde entraría el tercer tipo de diseño, nuevos espacios Hub, centros de co-working, comunidades de práctica, círculos de liderazgo p2p y facilitadores con fuerte "presencia transformadora" que apoyen al “argonauta” incipiente en sus primeros intentos de co-creación.

El regalo final es este descubrimiento de Einsestein y que comparto: “el mundo no funciona del modo en que pensábamos que lo hacía. El mundo de lo posible que se está desplegando es mucho mayor de lo que pensamos” y para muestra este vídeo que me llega justo ahora a través de mi querido Edson Matsumura.

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