¿Por qué Wurman, fundador de TED, reniega de su fórmula y anuncia el nuevo diálogo-jazz?

Richard Saul Wurman, el creador de TED, anuncia el lanzamiento de su proyecto de diálogos WWW.WWW: conversaciones uno a uno de las que, a modo de "intellectual jazz", emergerán "shared moments of epiphany, getting closer to the truth". ¡Bravo!

¿Jazz? un proceso generativo del músico y su banda...parece que Wurman quiere rescatar el poder generativo del diálogo, y no puede ser más oportuno, porque, como dice Alan Webber (HBR), "the most important work in the new economy is creating conversations".

Así que tenemos dos preguntas: qué es realmente el diálogo y porqué es tan importante.

Para William Isaacs, del MIT: "el diálogo es el arte de pensar juntos". Algo imprescindible en entornos complejos.

¿Y por qué es importante? Dominamos el arte del debate y la discusión: nos sirven para eliminar alternativas haciendo "prevalecer la verdad". Pero esto sólo es posible para cuestiones simples, técnicas, científicas. ¿Que pasa con los retos de la sociedad moderna?

Estos requieren de otro proceso, que abra posibilidades y "haga camino al andar". Abrir posibilidades, porque lo que realmente nos importa suele permanecer tapado: por un exceso de información, por falta de tiempo, por modelos mentales. Se desprecian conversaciones que no llegan a "acciones inmediatas". Pero escuchar respetuosamente a otros, cultivar y hablar nuestra voz auténtica, suspender juicios de otros, todo esto extrae nuestra verdadera inteligencia. A través del arte del diálogo aprendemos a comprometer esta inteligencia ética. El diálogo no es un método, es un arte, una característica a adquirir del Ser, y que pasa por liberarnos de aquello que bloquea la imposibilidad creativa del debate para generar jazz.

Las ventajas del diálogo sobre el debate parecen obvias para ciertos entornos y bienvenido sea su impulso. ¿Pero, por qué demonizar TED cuando "está en su cúspide"?

Porque el modelo de conferencia TED nos aleja del objetivo de un diálogo generativo de oportunidades. Y aquí está el gran reto cultural: entender que, para manejar entornos complejos, no podemos pensar solos. Y el modo conferencia nos enfrenta a cada uno a pensar sólos: al conferenciante y a los oyentes. Cada uno con sus filtros, pero además no cubre la necesidad de integrar, conectar y comprender. Necesitamos "hacer camino al andar". Este es el gran reto.

Un ejemplo cercano: muchos acabamos de experimentar una enorme energía positiva desatada con el movimiento 15M y a la vez, hemos sentido la falta de "tecnologías sociales" para avanzar más allá del modo asamblea o el modo grupo de trabajo, y ayudar a construir todas las esperanzas desatadas. En ocasiones emerge la frustración y el enfrentamiento.

Pero el ideal es posible. Para Bill Isaacs el potencial a desatar con el diálogo, no es un sueño, sino una memoria ancestral de cuando los humanos aún dominábamos el arte del diálogo. Algo tan sencillo como situarse en círculo, y no enfrentados. O un talking piece (quien lo tiene, habla y es escuchado por todos con respeto). O el storytelling. Un primer paso que nos trae del inconsciente la reunión circular de la tribu: la forma más antigua de "tecnología social".

Y ahora, en el mundo postindustrial e interconectado, en la que como nunca antes más del 90% del valor se crea en las interrelaciones -conversaciones en su sentido más amplio- entre personas (dato extrapolado de estudio de McKinsey), ayudar a crear el contenedor adecuado para que se inicien, florezcan y perduren las conversaciones entre personas, o stakeholders o partes enfrentadas o bloquedas ante la complejidad del entorno, debe ser una nueva habilidad requerida de liderazgo y una prioridad social.

Ojalá WWW.WWW recoja bien las claves del diálogo generativo, ayudando a divulgar esta imprescindible tecnología social y competencia personal. Y si le invitan a acudir a una conferencia de TED, hágalo: seguro que en el rato del café tiene tiempo de conversar.

PD: TED sigue siendo para mi un formato maravilloso para la divulgación y el debate. Pero doy la bienvenida a que se generalice también esta nueva "tecnología social" de diálogo.