Experimentando la innovación profunda con metodologías de design thinking y el "white canvas"
Hemos pasado de una economía basada en productos y escala a una basada en servicios. Y ahora nos estamos adentrando en una economía de experiencias, conocimiento e innovación.
En este proceso, la relación marcas-personas ha evolucionado de estrategias push (producto) a pull (servicios) y entramos en una etapa de co-creación. Cada uno de estos modos de relación requiere distintas competencias de liderazgo, tanto a nivel mental (pues responden a una diferente visión del mundo) como relacionales.
Y como estamos avanzando a pasos agigantados hacia la co-creación, hace unos meses propuse a mis alumnos del módulo de innovación ética del Master en Marketing Estratégico de MSMK (Madrid School of Marketing) dedicar 8 sesiones a un proceso completo de innovación profunda.
¿Por qué "profunda"? Porque hoy ya no valen innovaciones sencillamente diferentes; quremos respuestas a necesidades humanas reales. Y este es un mundo que hemos olvidado cómo llegar.
Para definir el proyecto sobre el que trabajaría cada grupo de alumnos, iniciamos un proceso de inmersión en realidades de entorno y de estudio de marcos mentales. Siguió una sesión de mindfulness y de visual thinking: queríamos hacer hablar a la "inteligencia profunda" de cada uno de ellos. Ésta se manifestó en trabajos como el adjunto:
Una vez identificado el reto, y enmarcado en términos humanos y suficientemente amplio para descubrir áreas de valor inesperadas, siguió un proceso de design thinking.
Empezamos por escuchar: inmersión en la realidad del "reto de diseño", entrevistas generativas...Siguió la síntesis (extracción de insights clave, patrones): utilizando herramientas de storytelling y visual thinking, y la generación de áreas de oportunidad (preguntándonos, ¿como podemos...?). Una vez filtradas, abordamos un proceso de brainstorming de soluciones. De nuevo, visual thinking, en este caso utilizando un white canvas (de extraordinaria utilidad para el desarrollo de modelos de emprendimiento o negocio)como soporte a todas las ideas que iban surgiendo:
Utilizando post its y distintos códigos de color, se dejaba claro que se construía sobre un modelo colaborativo: constelaciones de valor frente a cadenas de valor tradicionales. Bordes organizativos abiertos que nos permitirían sacar lo mejor de cada stakeholder.
Con una mentalidad de rápido prototipado, testeo y aprendizaje, se constituirían los project teams para la ejecución (fase convergente) de cada área clave.
¿Aprendizajes? estamos ante un proceso liberador de una enorme energía, y por tanto ante herramientas poderosas. Sin duda el mayor reto del proceso es construir el "contenedor" y liderar la convocatoria a los potenciales co-creadores y stakeholders, extrayendo del grupo (partners, clientes, comunidad, inversores...) la mejor posibilidad futura. De ahí que contar con competencias en el Art of Hosting sean tan importantes como las competencias en procesos de innovación.
Deseando iniciar el curso 2011-2012 e introducir a más alumnos en estas habilidades imprescindibles para el nuevo liderazgo.
En este proceso, la relación marcas-personas ha evolucionado de estrategias push (producto) a pull (servicios) y entramos en una etapa de co-creación. Cada uno de estos modos de relación requiere distintas competencias de liderazgo, tanto a nivel mental (pues responden a una diferente visión del mundo) como relacionales.
Y como estamos avanzando a pasos agigantados hacia la co-creación, hace unos meses propuse a mis alumnos del módulo de innovación ética del Master en Marketing Estratégico de MSMK (Madrid School of Marketing) dedicar 8 sesiones a un proceso completo de innovación profunda.
¿Por qué "profunda"? Porque hoy ya no valen innovaciones sencillamente diferentes; quremos respuestas a necesidades humanas reales. Y este es un mundo que hemos olvidado cómo llegar.
Para definir el proyecto sobre el que trabajaría cada grupo de alumnos, iniciamos un proceso de inmersión en realidades de entorno y de estudio de marcos mentales. Siguió una sesión de mindfulness y de visual thinking: queríamos hacer hablar a la "inteligencia profunda" de cada uno de ellos. Ésta se manifestó en trabajos como el adjunto:
Una vez identificado el reto, y enmarcado en términos humanos y suficientemente amplio para descubrir áreas de valor inesperadas, siguió un proceso de design thinking.
Empezamos por escuchar: inmersión en la realidad del "reto de diseño", entrevistas generativas...Siguió la síntesis (extracción de insights clave, patrones): utilizando herramientas de storytelling y visual thinking, y la generación de áreas de oportunidad (preguntándonos, ¿como podemos...?). Una vez filtradas, abordamos un proceso de brainstorming de soluciones. De nuevo, visual thinking, en este caso utilizando un white canvas (de extraordinaria utilidad para el desarrollo de modelos de emprendimiento o negocio)como soporte a todas las ideas que iban surgiendo:
Utilizando post its y distintos códigos de color, se dejaba claro que se construía sobre un modelo colaborativo: constelaciones de valor frente a cadenas de valor tradicionales. Bordes organizativos abiertos que nos permitirían sacar lo mejor de cada stakeholder.
Con una mentalidad de rápido prototipado, testeo y aprendizaje, se constituirían los project teams para la ejecución (fase convergente) de cada área clave.
¿Aprendizajes? estamos ante un proceso liberador de una enorme energía, y por tanto ante herramientas poderosas. Sin duda el mayor reto del proceso es construir el "contenedor" y liderar la convocatoria a los potenciales co-creadores y stakeholders, extrayendo del grupo (partners, clientes, comunidad, inversores...) la mejor posibilidad futura. De ahí que contar con competencias en el Art of Hosting sean tan importantes como las competencias en procesos de innovación.
Deseando iniciar el curso 2011-2012 e introducir a más alumnos en estas habilidades imprescindibles para el nuevo liderazgo.
Comentarios
Publicar un comentario